viernes, 22 de junio de 2012

Mirar y pensar Balenciaga

Mi admiración por Cristobal Balenciaga empezó hace muchos años cuando un amigo australiano diseñador de moda me dejó un libro de fotografías sobre su obra. Él, que viniendo desde tan lejos empleaba la obra del costurero vasco como inspiración, no podía comprender que una española que decía que le gustaba la moda de elegancia sobria y que quería que Givenchy la vistiese, no adorase a Balenciaga. Vale, ahora yo tampoco. 
En el Museo del Traje de Madrid se recogen del 30 de junio al 30 de septiembre sesenta instantáneas del fotógrafo gallego Manuel Outomuro en las que se realiza un recorrido por la obra del prestigioso y esquivo modisto, desde 1935 hasta 1968, destacando tanto la influencia parisina de sus primeros años como el diseño arquitectónico que le caracterizó en los años 60. Esta exposición es una manera perfecta de acercarse a la obra del costurero, maestro de Givenchy y Ungaro, que redefinió la idea de la elegancia femenina del siglo pasado, acercando la moda a una sexualidad más tradicionalmente entendida como japonesa con sus vestidos de cortes geométricos siempre insinuantes, lejos de la idea establecida entonces sobre lo que debía ser la anatomía femenina convencional. Ya lo decía el propio Balenciaga “Una mujer no necesita ser ni perfecta ni muy hermosa para lucir mis creaciones. El vestido lo hará por ella”. 

Nos vemos en el Museo del Traje este verano. 









  

4 comentarios:

  1. qué bonito el vestido naranja!!

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  2. Me encantan sus diseños y su filosofía de vida!!! Con un Balenciaga en el armario sería feliz!!! ;)

    http://withinmysecrets.blogspot.com.es/

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  3. La exposición estuvo durante varios meses en Santiago de Compostela. El vestido de novia reconvertido en vestido de fiesta, es de una maestría insuperable...

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