Querido Mr. Heras,
Ya he leído "La Huida", como me recomendaste. Cuando era pequeña, vi la película. ¿Sabes que rodando esta película Steve McQueen y Ali MacGraw se enamoraron y ella dejó a Robert Evans, el productor de El Padrino? Tengo memoria absurda, no hay qué hacerle.
Volviendo a "La Huida" el libro, me ha gustado. Con el poco tiempo que lo he dejado aun reposar en mi, me han impresionado tres cosas sobre todo. Primero, el pavor a que dos personas tan encantadoras como ellos puedan ser tan cruelmente violentos. Después, los relatos de los momentos claustrofóbicos de ella, con sus miedos de persona corriente en situaciones que la superan, que me parecen cuentos aislados dentro del propio cuento. Y por último, la historia de su relación, cómo muestra la evolución de su amor como algo muy poco lineal, lleno de matices muy oscuros, a veces. Y ese final, tan duro, de dos personas que no han dejado de quererse pero ya no confían. Es frío, extraño e incompleto. Pero no lo olvidaré.
Pero lo que no veo es la relación de Jim Thompson con Carver. Además de esas escenas incompletas con sus elipsis desconcertantes que al principio me llevaba a releer los párrafos buscando donde me había saltado algo, no veo más relación. Quizás porque ambos hablan de personas cotidianas en situaciones que las extrañan y eso es lo que te resulta similar a Carver, pero al fin y al cabo eso son la mayoría de las historias, ¿No? Y en Carver, las personas cotidianas viven en la cotidianidad, y eso es lo que a mí me inquieta. A mí me inquieta que nuestra vida sea tan cotidiana, tan dentro de lo esperado. Preferiría ser un personaje de Thompson que un Carver, al menos tendría algo que contar.
Cuando fui a comprar "La Huida", el chico de la caja me dijo que me leyese "Perú" de no sé qué escritor, que era mucho mejor que Carver que, de hecho, le había enseñado a Carver a ser incompleto. Conclusión, a nadie ya le gusta Carver. Bueno, sí, a Bolaño, otro que tú adoras :)
Siempre tuya,
Clementine
