sábado, 16 de junio de 2012

A ver cómo hago para olvidarme de ti

"Bienaventurados sean los olvidadizos 
ya que vuelven a tropezar 
con la misma piedra"
F.Nietzsche 

No, Fran, no me acordaba de que la novia de Naranjito se llamaba Clementina. La he buscado en Internet y es monísima, pero no me llamo Clementine por ella. 


Yo me llamo Clementine porque Clementine Kruczynski es el personaje de película al que más me gustaría parecerme. Y no hay nada especial que admire de ella porque Clementine y yo nos parecemos en muchímas de nuestras tonterías y debilidades, además de en los continuos cambios de color de pelo. Es más bien porque me gustaría protagonizar su película, "Eternal Sunshine of a Spotless Mind", título sacado de un verso de un poema de Alexander Pope que trata sobre la felicidad de una mente que no tiene recuerdos es decir, de la alegría de poder olvidar. En España se llamó "Olvídate de mí" pero ése título ya no me tiene ningún sentido porque si te rompen el corazón sólo quieres a cada momento olvidar tú lo que te mantiene pillado, lo que no te permite avanzar. Que el otro te olvide o no te es bastante indiferente. Así que yo la habría llamado en todo caso "A ver si me olvido de ti". O si no, en plan cursi, "No nos olvidemos de nosotros". Aunque entonces, nadie habría ido al cine a verla.

 
Porque de no olvidar es de lo que va esta película. Como todas las de Gondry o Kauffman es una ida de olla, una comedia loca pero sin risas. Supongo que es una comedia romántica, pero no se parece en nada a una, para nada. 
Pero es una comedia y es romántica. Y lo que más me gusta de esta película, aunque también me pone triste, es la dulzura con la que se habla de las parejas que se están resquebrajando. Porque me resulta bonito pensar que todas las parejas que se rompen (bueno, casi todas, las buenas) podrían arreglarse si por un momento pudiesen olvidar lo que el tiempo les ha hecho y sentarse a verse a sí mismas cómo eran cuando empezaron. Si pudiésemos revivir aunque fuese desde fuéra lo que sentíamos en los buenos momentos, cuando todo eran risas, ternura y máquinas de dar besos, por fuerza nos daríamos cuenta de lo absurdo que ha sido dejar que eso se acabase, no esforzarse todo lo necesario por mantener algo que habría sido maravilloso mantener. Y si esas dos personas que éramos entonces nos viesen ahora, callados en silencios incómodos, pensando en lo mal que ha acabado todo, enfadados por tonterías que antes nos habrían hecho reir, sin poder entendernos ni hablarnos, sentirían rabia, no nos reconocerían. 


Me encanta la ternura con la que esta película trata las rupturas. Me encanta la esperanza de pensar que cuando has sido feliz con alguien, tan feliz, si te olvidas de las absurdeces ésa podrá seguir siendo tu persona siempre, podrás empezar una y otra vez.
Y supongo Fran que ahora ésta no es la película que más te apetece ver, con un argumento como éste, pero yo te la recomiendo porque te gustará mucho cómo lo cuenta. No es para nada una cursilada. Espero que te guste.

3 comentarios:

  1. aaissss...me has dado en el centro de la patata!!!:))...
    lo genial es que veré la peli y me acordaré de ti...es lo que más mola!!!!

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