Hay quien cree que ser moderno es ir a conciertos de grupos que no has escuchado, quejarse de la acústica de todas las salas y afirmar que cualquier grupo con cantante de voz profunda es una copia de Joy Division. Los modernos que yo conozco no son así, la verdad. Y adoran de verdad a Joy Division, no sólo por lo bien que suenan, sino por lo que significan.
El distribuidor español online de cine independiente filmin nos permite conocer mejor al grupo de Manchester, con la programación de tres películas relacionadas con ellos, por menos de tres euros cada una:
La comedia 24 Hour Party People de Michael Winterbottom sobre el ascenso y caída de la discográfica Factory Records de Manchester, origen de además de Joy Division grupos como New Order o Happy Mondays, el drama Control de Anton Corbijn sobre la tortuosa vida de Ian Curtis y el documental Joy Division de Grant Gee que repasa la trayectoria del grupo y su influencia.
Por 10 euros, podréis afirmar con seguridad que ninguna banda puede parecerse a Joy Division, porque Ian Curtis era único, en lo bueno y en lo malo. Mi nueva frase de moderno preferida es "Este grupo va de copia de Joy Division, y no llega a imitador de Interpol".
Qué ganas de saber por fin por qué Ian Curtis es tan especial. Y por qué hay tanto imitador de pacotilla.
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