martes, 12 de abril de 2011

Chaquetita de entretiempo

En Madrid, el clima no es indeciso como en Galicia. Aquí, o hace frío o hace calor. El entretiempo no existe. Tampoco hay mil formas de lluvia distinta. Nunca poalla, ni orballa, ni chuvisca, ni pinisca. Aquí sólo conocen dos formas para la lluvia, que llueva y que no llueva. Ya está. Y por las noches en verano, nunca refresca. Incluso a veces, los días más calurosos por las noches hace más calor, un calor de asfalto que emana del suelo, que te creerías que viene del infierno si no fuese que sabes que en Madrid debajo del asfalto no está el infierno, sino el tunel de la M-30 o la línea 6.

Pero mi madre no lo sabe. A ella le encantan las chaquetitas/abriguitos de entretiempo. Y cada año, me compra varios para que no me enfríe en esta ciudad inhóspita. Y este año me ha regalado una gabardina de la nueva colección de Hoss Intropia, que es preciosa pero que me da mucha pena, porque en Madrid no puedo ponérmela. 



Las gabardinas son mágicas, porque te transportan hasta París. Cuando te las pones, te sientes inmediatamente como Jane Birkin paseando por el Sena, al lado de Serge. Y si te concentras mucho, puedes escuchar a Charlotte susurrandote cancioncillas.



Así que guardaré esta prenda mágica en mi armario. Hasta que en Madrid, inventen el entretiempo.

4 comentarios:

  1. Una gabardina preciosa. Hagamos un viaje a un lugar con entretiempo!!

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  2. O vente para Vigo...aquí la podrás usar. Está haciendo mucha calor, pero a partir de las 21.00 te pones siempre la chaquetita!!!...

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  3. Y es una pena porque en el entretiempo es cuando más estilosica se puede ir

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