jueves, 3 de marzo de 2011

"Un tranvía llamado deseo" en el Teatro Español

Se ha estrenado en la sala principal del teatro español "Un tranvía llamado deseo" de Tennesse Williams. Dirigida por Mario Gas estará en cartel hasta el 10 de Abril. Como casi todas las obras de teatro de Tennessee Williams, ésta es más conocida de su adaptación al cine de Elia Kazan, donde una Vivian Leigh rubia y ajada se enfrentaba al bruto de Marlon Brando. O también por un magnífico capítulo de los Simpson con Flanders emulando a Brando. 



Desde el primer momento que conoces a Blanche Dubois en el escenario la detestas. Es falsa y manipuladora, y hace daño y utiliza a todos los que la rodean. Pero un personaje tan aborrecible es una gran moraleja de nuestra incompresión hacia los demás. Mucho antes de que la conozcamos, Blanche se pudrió por dentro de tristeza y de soledad, perdiendo su riqueza, siendo engañada, viendo morir a todos los que la rodeaban en un sur en declive. E intentó curar su dolor en la amabilidad de los desconocidos, buscando cariño y protección en los duros y fuertes, pero eso la hizo apartarse de una sociedad que tiene unas normas muy estrictas y que no tolera las tristezas. Así que un día, Blanche es expulsada de su vida y tiene que buscar un sitio nuevo, y sólo le queda una hermana  que ya no ve y un cuñado que no conoce. Aunque cargada con todos sus miedos y fracasos, intenta crear un papel donde el guión son los recuerdos de como era ella antes de sufrir tanto, de lo que querría seguir siendo. Pero ahora es vieja, es pobre, está nerviosa y el papel le queda fatal. Y el presente es muy hostil y además el pasado la alcanza donde vaya. Y enloquece. Y todos la abandonan. Y aun así, como sólo nos quedamos en el papel que vemos ahora, no podemos sentir ninguna compasión por ella, por lo que ha tenido que pasar. O sí. 

La representación del teatro español es preciosa. Es inquietante, no te deja tranquilo ni un momento, y eso que es larga. Aborreces a Vicky Peña nada más la ves caracterizada como Blanche y el bruto Roberto Álamo, que ya salía en "Urtain" y se va a encasillar como bruto oficial del teatro español, te hace no pensar en Marlon Brando. A nosotros nos gustó mucho. ¡Id!



2 comentarios:

  1. Es difícil ponerse en la piel de ese personaje viendo todo el dolor que causa alrededor. Aunque alguien me ayudó a ver un poco más allá y entender algo de su cabecita. Gracias por esos ojos y esa mirada nueva.

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  2. Ais, que noooo, que es imposible ponerse en su piel. Sólo me resulta curioso como no sentimos pena por una persona que está tan rota por dentro y a la que han hecho tanto daño, sólo porque es insoportable. Que las desgracias sólo nos afecten si nos resultan cercanas me hace descreer un poco. Necesito un libro alegre, ya :)

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